8.9.10
La espada que camina
Escrito por Vladimir Marín
En poco tiempo se llevará a cabo, en la mayoría de las facultades de la universidad, el nombramiento de “nuevos” decanos.
Aunque para una pequeña porción esto abre una brecha que permite repensar el horizonte de cada facultad, hay una realidad innegable: significa un juego arreglado en el que los participantes simplemente tienen que sujetarse a los dictámenes de un árbitro comprado.
Por desgracia, ese juez siempre ha favorecido al equipo contrario a los intereses de la universidad: ha tolerado el desmejoramiento de la calidad académica a partir de la reorientación de los recursos destinados para tal fin y ha introducido reformas en función de la autofinanciación, principalmente.
La próxima contienda no será novedosa: ganará el mismo equipo que ha ganado durante los últimos años, cerrándole los espacios a cualquier jugada alternativa que reivindiquen la búsqueda del conocimiento como eje central de cada facultad.